Peio Etxeberria se clasificó este domingo para su tercera final consecutiva del Cuatro y Medio tras derrotar a Jokin Altuna por un claro 9-22 en el frontón Atano III de Donostia. El navarro dio mucha velocidad a la pelota y dominó el peloteo ante un contrincante incómodo y que no fue capaz de frenar el derroche de su contrincante. El navarro sacó bien, dio velocidad y cantó bingo cuando asumió riesgos.
Una falta de Peio Etxeberria abrió las hostilidades. Mal asunto. El caramelo del primer disparo se volvió un pozo de veneno. Fue a poner y se le fue demasiado lejana. Sabía el zenoztarra que sus opciones pasaban por la velocidad del pelotazo. De ahí sus críticas al material en la liturgia. El plan del hombre bala. El frenesí. La locura. Funambulismo sobre el cráter de un volcán. Peio Etxeberria se abrazó a la velocidad, enclavado en el centro de la cancha. Bastón de mando con la derecha y con la izquierda. Le dio velocidad. Agresivo. La intensidad del de Ultzama dio la vuelta al 3-1 inicial. En el 2-1 se castigaron con 24 pelotazos. Mucho ritmo.
La turbulencia
Peio se alistó en la turbulencia para mostrar su lado más agresivo. ¡Más madera! Metió caña con la derecha y en largo. Cargas de profundidad para evitar el peligro de Altuna III cerca del frontis. Enlazó una tacada de cuatro tantos Peio con el mismo planteamiento. A Jokin le tocó bailar al ritmo de su rival.
La respuesta del amezketarra, sometido, llegó con un precioso dos paredes a respuesta de otro de Etxeberria. El de Zenotz defendió en el ancho y dejó la pelota a huevo para que el guipuzcoano comprimiera el luminoso. Hubo reparto de golpes hasta el 5-6, un gancho de Jokin cuando se contabilizaban ya 102 pelotazos. Un remate fuera del amezketarra dio la alternativa a Etxeberria.
Los momentos complicados de Altuna
Mandíbula de cocodrilo. Peio amarró la presa. Hizo daño por la pared, dando velocidad, expeditivo. Vuelta al baile. El navarro puso la música. 23 pelotazos se cruzaron en el 5-8, que finalizó Peio con una dejada. Le costó darle dirección, afinar, pero con la violencia atropelló al cuatro veces campeón del Cuatro y Medio. Altuna, incómodo, pidió su segundo descanso entonces. Mal asunto. Amplió la diferencia Peio sin tomar demasiados riesgos. Tiró de látigo para someter a un contrincante muy peligroso. Tacada de siete tantos para el azul.
Altuna III frenó la sangría después de dos buenos pelotazos por la pared, a los que dio velocidad y dirección. Los necesitaba para tomar la batuta. Zanjó con un gancho brutal. Fue un espejismo. No acertó con su siguiente saque. Sin velocidad no hay paraíso. En el resto, Peio le sacó de sitio. El 6-15 fue un bonito dos paredes con la zurda del navarro. Situación crítica para el amezketarra. Dinamita en la zurda del de Ultzama.
El campeón del Manomanista enlazó dos cartones consecutivos. A tumba abierta. El más difícil todavía. 8-17, pero la zurda de Peio abrió un abismo inenarrable para Jokin, con problemas para aprovechar su saque. Agresivo, con una izquierda explosiva, fue guía del navarro. El 9-19 fue un fallo de Jokin. Dos dos paredes con la zurda –precisos y preciosos– y una cortada pusieron el réquiem de Altuna III.
